Por supuesto, me refiero a las series de TV. Aunque, ¿por qué no?, a algunos puede que les inspiren las series de números, las series de eventos afortunados que acontecen en la vida, las series mundiales de béisbol… Cada quien es libre de encontrar sus fuentes de inspiración en donde más les guste. Pero a mí, como a muchos otros (supongo), me inspiran la series de la televisión.
Perderse en esas tramas tan bien tejidas para mantenernos en suspenso, con la curiosidad a tope es sin duda divertidísimo. No importa de qué género se trate, simplemente con dejarnos envolver en esas historias fantásticas, cómicas o dramáticas hace que por un momento volemos a las infinitas posibilidades que se pueden experimentar a través de la imaginación. Es una manera de vivir mil vidas.
Aun cuando de alguna forma nos alejan de la realidad, y quizás, las utilicemos para no enfrentar nuestro día a día, el mismo hecho de adentrarnos en situaciones que jamás podríamos vivir, nos reduce el estrés. Por eso me encantan las series: son un remanso de desasosiego.
Por una hora o dos (o tres si estamos muy picados), dejamos al mundo sobre el escritorio con su montón de quehaceres y nos perdemos en las historias que los genios creativos han preparado para nuestro gozo. Reímos, lloramos, gritamos del susto, y al final, lanzamos una majadería porque terminó la temporada y habrá que esperar varios meses para saber si la chica logrará vengarse, si los 4400 se apoderarán del mundo, si los chicos del grupo coral ganarán las nacionales, si por fin el neoyorquino conocerá a la madre de sus hijos, si la abogada pasadita de peso reconquistará a quien fue su esposo en su anterior vida. Y lo que me carcome el alma: ¿volverán las Aparicio?…
Si quieres distraer tu mente de las preocupaciones, búscate una buena serie, relájate y disfruta de que sean otros los que luchen por sus vidas, por conquistar doncellas o galanes, por salvar el mundo o por evitar una invasión extraterrestre; quien quita y en alguno de esos giros inesperados que suelen darse en este tipo de programas encuentras la inspiración para resolver tus propios problemas.
Y a ti, ¿te inspiran las series de TV?…
