El 24 de noviembre se cumplirán 56 años de que Diego Rivera partió, dejándonos enseñanzas y transmitiendo ese amor hacia el arte mexicano.
Rivera nació el 8 de diciembre de 1886 con su gemelo Carlos, en Guanajuato. Hijo de Diego Rivera y María del Pilar Barrientos. La familia de Rivera se trasladó en 1892 a la Ciudad de México
El pintor estudió en la academia de San Carlos y en el taller del grabador José Guadalupe Posada, en la Academia, de 1896 a 1902, donde tomó clases con los también reconocidos Santiago Rebull, Salomé Piña, Félix Parra, José María Velasco y Antonio Fabrés, y abandono a los 16 años de edad debido a que el sistema de enseñanza de pintura solo estaba dirigido hacia cosas reales, algo que a él definitivamente no le agradaba, ya que buscaba algo más surreal y por ello decidió buscar mejores oportunidades con ideas más innovadoras en Europa. Estos mismo estudios los fueron de 1907 a 1921.
Alrededor de 1921 Rivera decidió cambiar su rumbo y regresar a México y en este tiempo el participó en el renacimiento de la pintura mural, llamada “La creación”, que fue destinado al anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria en 1922. En este mismo año, el pintor fue uno de los organizadores de la Unión de Trabajadores Técnicos y Plásticos y también fue uno de los fundadores del Partido Comunista Mexicano.
Rivera tenía tanto talento que pintó los murales al fresco de la Secretaría de Educación en la ciudad de México. Además su inigualable maestra “La tierra fecunda”, para la
Diego Rivera
Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo en 1927, donde se representa el desarrollo biológico del hombre y su conquista de la naturaleza y también nos deslumbro con su creatividad en el mural en el Palacio de Cortés que está ubicado en Cuernavaca desde 1930 y en la Secretaría de Salubridad.
Entre sus musas se encontraban la pintora rusa, Marievna Vorobiev-Stebelsca, Guadalupe Marín, la artista emigrante rusa Angelina Beloff y fue el 21 de agosto de 1929 que Diego Rivera se casó con Frida Kahlo, 24 años menor que él. En 1940 se divorciaron, pero se volvieron a casar después de un año y esta vez la relación perduró hasta la muerte de ella, en 1954.
Rivera pintó grandes frescos a lo largo de toda su vida sobre la historia y la sociedad de su país en los techos y paredes de edificios públicos, fue un muralista realmente exitoso y reconocido por gran parte del mundo, ya que con sus obras dio a conocer su país.
