LA OFRENDA A CHAVELA
María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, Chavela, nacida el 17 de abril de 1919, desde su adolescencia, vivió, disfruto y amó a México hasta el día de su muerte. Poco tiempo antes el fotógrafo César Saldivar tomó la foto monumental que corona la instalación, que se exhibirá hasta el jueves 5 de noviembre.
Chavela una emblemática cantante, polémica por naturaleza, que alguna vez comentó: “Me encontraré de tú a tú con la muerte. No le tengo miedo, no le tengo miedo; le tengo respeto. Señora aquí estoy, cuando usted quiera…”. El 15 de agosto de 2012, “La Vargas” murió en Cuernavaca, Morelos. “Me voy con México en el corazón”, fueron sus últimas palabras.
En la década de los años 40 empezó a cantar de manera semi profesional en algunos bares de la Ciudad de México, una década después inició su carrera profesionalmente; su primer disco fue grabado en 1961 bajo el título “Noche bohemia”, al cual le seguirían más de cuarenta grabaciones a lo largo de su vida. Algunas canciones se volvieron clásicos en su voz: “La llorona”, “Somos”, “Luz de luna” y “Macorina”.
En 1965 le otorgaron en México el título de representante de la música mexicana; participó en la película “La soldadera” y ganó el Premio mexicano a la actriz revelación.
En la ofrenda dispuesta en el frontispicio del Museo de Historia Mexicana los visitantes podrán escuchar su sentido cantar y conocer la música que la llevó a ser reconocida como una de las embajadoras de la canción mexicana.
El altar-ofrenda es un rito respetuoso a la memoria de los muertos, su propósito es atraer su espíritu. Consiste en obsequiar a los difuntos que regresan ese día a convivir con sus familiares, con los alimentos y objetos, preferidos por ellos en vida para que vuelvan a disfrutarlos durante su breve visita.
En la ofrenda o altar de muertos debe poseer los cuatro elementos primordiales de la naturaleza; tierra, viento, agua y fuego. También se coloca sal que purifica, copal para que las ánimas se guíen por el olfato, flor de cempasúchil para indicar el camino a las almas.
El Día de Muertos en México es una celebración donde se une la cultura prehispánica y las festividades católicas llegadas de Europa, de estas dos raíces se nutre la fiesta que involucra a personas de todas las edades, creando una tradición que reúne dos sentimientos contrastantes, dolor de pérdida del ser querido, con el colorido de la fiesta y la celebración.
