El término de Realismo Mágico fue utilizado por primera vez en 1925 por el crítico de arte alemán Franz Roh; se refiera a la aceptación de la magia en el mundo racional y llegó a formar parte del estilo pictórico conocido como La Nueva Objetividad o Neue Sachlichkeit.
Los artistas traían realismo extremo a la representación de materia mundana, revelando un misterio interior. Empleaban diversas técnicas que dotaban a las cosas de un significado más profundo y revelaban misterios que amenazaban la seguridad de cosas sencillas e ingenuas.
Esta corriente se identificó por una claridad fotográfica lisa y reflejaba la extrañeza de las personas y un entorno moderno. Se enfocaba en el objeto material y la existencia real de las cosas en el mundo, y aunque trataba un contenido abiertamente fantástico o mágico, podía ver lo mundano a través de una lente hiperrealista, incluso de una manera misteriosa. El Realismo Mágico, según Roh, retrataba fielmente el exterior de un objeto, y al hacerlo, se revelaba el espíritu o la magia del mismo.
Se clasifican en este estilo las obras de Frida Kahlo, cuya obra giraba temáticamente en torno a su biografía y a su propio sufrimiento, y quien rechazó ser catalogada como surrealista ya que no pintaba sueños sino su propia vida; Jared French, quien realizó pinturas misteriosas con figuras coloridas derivadas de las estatuas griegas conocidas como Kuros; así como George Tooker, que representaba temas de manera natural como en una fotografía, pero con una perspectiva ambigua y yuxtaposiciones para sugerir una realidad imaginada o soñada.
Cuando te encuentres con una obra del Realismo Mágico piensa en esto: ¿Qué elementos te dan la idea de magia o misterio interior? ¿Qué te hace pensar que se trata de una realidad? ¿Qué crees que expresaba el artista en ella?
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