Construcción de la fachada Oriente del Palacio Municipal

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Acaso el incendio haya sido motivo para reconsiderar la remodelación total del edificio municipal, desde 1850 se estaban arreglando unas piezas al Norte del mencionado edificio al punto que en febrero de 1851 sólo faltaba techarlas. Sin embargo, no se hizo al momento porque en marzo se revisaron “y resultó en este reconocimiento no estar capaces los pilares de  las  puertas  para  resistir  altos  y  por  lo  mismo  se hace preciso tumbar las paredes en la parte bastante, y hacerse otro tanto con la pieza de la esquina a cuyo inquilino se le notificará desocupe la pieza”. Cinco  días  después,  se  discutió  si  las  casas consistoriales debían ejecutarse de acuerdo al plano formado  por  “el  extranjero  don  Juan  Salas”,  plano  que  por  cierto,  estaba  en  poder  del  “extranjero Blacayer”,  debido  a  que  el  alcalde  del  año  anterior se lo había entregado con el fin de que lo revisara e hiciera reformas si así era conveniente. El plano en cuestión  no  lo  tenían  en  el  archivo,  pues  Blacayer se  encontraba  en  Monclova  y  no  sabían  dónde  lo había  dejado.  Consideraron  como  opción  el  hacer uno  nuevo,  adecuado  a  las  fábricas  del  día.  Se  resolvió hacer un nuevo plano conferenciándose con Don  Papias  Anguiano  el  diseño  que  se  tiene  a  la vista  formado  por  otro  arquitecto  existente  en  esta ciudad. El 10 de abril de 1851, se presentó “el presupuesto  total  de  la  construcción  de  los  portales  del frente de las casas consistoriales con inclusión de las dos piezas de la vuelta”.

El propósito de levantar un edificio acorde a los tiempos que se estaban viviendo  comenzó  a  tener  solidez.  En  25  de  abril,  se aporta  un  dato  bastante  interesante,  el  Sr.  Valdés, “presidente  de  la  comisión  encargada  de  presentar diseño  ó  plano  para  la  construcción  de  la  fachada de  las  casas  consistoriales”,  señaló  “que  de  los  dos (planos) que se han tenido presentes sobre la mesa, ninguno es a propósito según juicio de las persona que entienden y tienen nociones de ello”. Con esta afirmación, queda completamente descartado el uso del  plano  elaborado  por  Papias  Anguiano  y  otro propuesto en competencia. Se determinó que un arquitecto hiciera “un nuevo  plan,  sencillo,  elegante  y  sólido,  que  contenga  siete  arcos  y  proponga  al  mismo  tiempo  los puntos  a  condiciones  que  deben  tenerse  presentes por su parte para llevar a efecto el así presentado”. Si  bien,  el  primer  plano  propuesto  por  Papias  Anguiano fue rechazado, esto debió ir acompañado de algunos consejos para rehacerlo, pues vuelve a pre-sentar una segunda versión. En tanto, el 28 de abril, la  obra  de  la  fachada  fue  suspendida  “porque  las paredes  actuales,  en  razón  de  estar  sostenidas  con lodo,  no  podrán  resistir  la  nueva  fabrica  que  sobre ellas debe hacerse”, sólo continuarían con el acopio de materiales para cuando pudiera continuarse nue-vamente. El 11 de mayo, la comisión decide que deben destruir la pared “que mira al frente de la plaza”, de acuerdo al plano propuesto por Papias Anguiano.

A  dicho  plano  se  le  hizo  la  siguiente  observación, que  siendo  tres  los  salones  que  estarán  sobre  los portales,  “estos  deben  construirse  de  la  siguiente manera: Que el del centro contenga tres balcones y dos cada uno de los laterales”. La obra comenzó con la apertura de una zanja para la cimentación de “los pilares de los portales que van a construir al frente de la plaza”, a una vara de  profundidad  encontraron  la  roca  madre,  por  lo que el comisionado en obras públicas, Jacinto Lozano, manifestó a Papias Anguiano que era suficiente para  la  cimentación,  sin  embargo,  Anguiano  recomendó  que  “no  obstante  esa  dureza,  los  cimientos debían profundizarse hasta dos y medio varas, para que  puedan  formarse  las  bases  de  otros  pilares”. El  27  de  mayo,  se  solicitó  que  personas  peritas  en el arte de la arquitectura hicieran “el plan bajo que han de formarse la obra de los portales”. ¿Acaso el plano de Papias Anguiano sólo contemplaba los salones y no los portales? Suena extraño. Todo parece indicar que el plano de Anguiano no fue utilizado, pues meses después se continúa solicitando un plano para los portales, como se verá adelante. El  cantero  Leandro  Aguilar,  encargado  de trabajar  la  piedra  de  los  arcos  de  los  portales,  presentó el 9 de junio una propuesta para “labrar y poner por quinientos pesos toda la piedra que sea necesaria para la formación de los arcos y pilares hasta ponerse  en  estado  de  recibir  los  entresuelos”.  Su propuesta fue aceptada el 16 de junio y ese mismo se presentó queja de que “Papias Anguiano no cumple con el deber que se contrajo”, por lo que decidieron cesarlo  de  sus  funciones  a  partir  del  17  de  junio.

En  tanto  realizaba  el  maestro  Aguilar  el  trabajo  de cantería para el cual había sido contratado, le interesó  rentar  una  tienda  que  se  estaba  terminado  al frente del palacio municipal, por lo que la solicitó en cuanto  se  acabara, ésta  tienda  la  rentaba  Ramón Quiroz antes que fuese tumbada. En 18 de agosto acordaron pintar los porta-es de la plazuela siempre y cuando no sea blanco. La  actividad  laboral  en  el  palacio  municipal  continuó sin parar hasta la conclusión de la armazón de la tienda del lado norte el 3 de noviembre, sin embargo, dicha armazón se mojó con las lluvias de días anteriores,  “sufriendo  por  lo  mismo  bastante  deterioro, y que por ponerla en buen estado de servicio pide 20 pesos el carpintero que la hizo”. Se aceptó darle  sólo  la  mitad,  pues  el  carpintero  fue  culpable del deterioro. El  año  de  1852  inicia  como  un  periodo  de constante  labor  para  la  terminación  de  la  fachada del  palacio  municipal.  El  5  de  enero,  nuevamente se  hace  un  llamado  de  atención  a  la  falta  del  plano de “la posición que guardan los portales que se están  construyendo  al  frente”.  El  16  de  enero  se presentan “las bases que deben preceder a la formación del plano sobre que ha de continuarse la obra del palacio municipal”. El 19 de enero la comisión de obras publicas presentó “un diseño de la fachada que ha llevar el palacio municipal, se reservó resolverse  si  se  adopta  o  no”.

En  9  de  febrero  Papias Anguiano  había  presentado  nuevas  proposiciones de  los  planos  que  había  formado  de  los  portales. El 12 de febrero se aceptan los planos de Anguiano y  se  le  señalan  los  puntos  que  a  los  que  debe  sujetarse  para  “recibir  la  dirección  de  la  obra”  de  las casas consistoriales. Un mes después, el día 15, a Norberto Zambrano se le acepta su propuesta para pintar  la  techumbre  del  palacio  municipal,  las condiciones bajo las cuales realizaría el trabajo se le dieron tres días después:1ª.  La  vara  de  techumbre  en  la  cual  se  colocarán tres vigas, esto es, triple número de vigas al de varas que tenga la techumbre, se […] pagará a trece pesos cuatro reales, a excepción de las piezas que tengan menos de cinco varas de ancho, que se contratarán por separado. 2ª. Las vigas tendrán once pulga-das de alto y cuatro de grueso y llevarán embutidas en la pared, una tercia de cada lado a lo menos. 3ª. Las soleras serán lisas, bien enclavadas y tendrán una se[…]na de ancho y tres pulgadas de grueso. 4ª. La tableta que será cuando menos de tres cuartos de pulgada  de  grueso,  se  asegurará  con  clavazón  de fierro de las vigas. 5ª. Toda la madera será de la  mejor  clase.  6ª.  El  contratista  recibirá  en los últimos días del mes entrante trescientos pesos  […]  7ª.  La  conducción  de  madera de  la  casa  del  contratista  a  la  obra  será  por cuenta de la ciudad. Hacia el 21 de junio, los dineros no son suficientes para sostener la obra, se acordó suspenderlos, “a excepción  únicamente  de  la  labradura  de  las  piedras de  la  cornisa  del  portal  del  palacio  Municipal”.

Esta situación no duró mucho tiempo, para el 8 de julio, se reanudarían los trabajos del palacio municipal, quedando sólo determinar si habría director y sobrestante de la obra; el 12 de julio se decidió que sí eran necesarios.[…]  funciones  incompatibles  para  servirse por una misma persona, pues que las primeras solo puede llevarlas el que formó el plano adjuntado y puesto ya en planta, porque de lo  contrario  cree  el  Presidente,  Comisión  y Síndicos  que  por    lo  mismo  y  sin  perjuicio de las providencias dictadas, sólo puede serlo Don Papias Anguiano, y Sobrestante Don Juan N. García resultando de aquí la ventaja, de que la obra, pueda caminar bien. Cobraría  el  primero  35  pesos  mensuales,  en  tanto que el segundo solamente 25 pesos. Los gastos generados por la obra del palacio municipal menguaron  sus  caudales,  éstos  comenzaron  a  escasear  y  el 25 de octubre se propuso vender “los sitios de China y se haga otro tanto con los sitios y Caballerías que están  en  la  Boca  del  río  San  Juan”  para  continuar solventando el trabajo. Mientras tanto, la pared del frente y fachada del palacio se estaba rebajando su espesor. El motivo de la venta de los sitios era que la venta de aguas no alcanzaban a cubrir los gastos de la construcción del palacio, así como no eran suficientes los productos ordinarios para cubrir la lista de empleados municipales, por lo que temían se de-tuviera la obra y se perdiera lo invertido en materiales y trabajo. No hay datos que mención la venta de  los  sitios  y  el  resto  del  año  no  registra  arreglos en el palacio, sino hasta el año siguiente cuando el 10  de  febrero  se  presentaron  varios  diseños  de  balcón.

Los diseños para la construcción del balcón de hierro pertenecían a los artesanos Gregorio Vega y señor Rivier; al final, el contrato se celebró con Gregorio Vega. Primero.  El  Señor  Vega  se  compromete  a hacer el balcón referido según el diseño que tiene presentado á la Muy Y. Corporación a razón  de  diez  y  nueve  pesos  vara,  agregándose  además  las  perillas  que  deben  ser  de bronce según el diseño que tiene presentado también por separado con dos almenas, una en  cada  esquina  del  balcón,  siendo  por  su cuenta todo el material que se necesite para dicha  obra=  Segundo.  Se  compromete  así mismo que la obra estará concluida y puesta en su respectivo lugar para el día 15 de Julio del  presente  año=  Tercero.  La  Comisión  se compromete á darle al Señor Vega PAGINA 04 de pronto cien pesos, el importe del fierro  cuando  el  mismo  Señor  Vega  lo  pida,  y el resto le será entregado á la conclusión de la obra.= Cuarto. La comisión le ofrece ayudarle con la prisión al acarreo y postura del balcón= Este contrato á fin de que sea escrupulosamente   observado   acordaron   ambas partes contratantes se extendiese por duplicado y firmándola por ambos para  constancia =Monterrey Febrero 28 de 1853.278En marzo, Santiago Rivier, hijo, se comprometió el 7 de marzo a entregar algunas puertas para el palacio municipal,279 y el 14 de ese mes se presentó el diseño “de la cúpula que debe llevar al frente el Palacio municipal  con  las  Armas  de  la  ciudad”.

El  11  de abril, la comisión decide contratar a Papias Anguiano “la hechura de la Cúpula que en el frontis ha de llevar el palacio Municipal conforme al diseño que este  tiene  presentado  al  cual  deberá  agregársele  la asta  bandera”.  El  25  de  abril  se  formaliza  la  con-trata de Anguiano y al mismo tiempo la contratación de Manuel Olivares, vecino de Cadereyta Jiménez, para hacer seis puertas para la obra del palacio. El 15 de julio existía un compromiso formal por colocar la herrería que circundaría el segundo piso. Efectivamente, fue colocada y al centro de ella, la leyenda: “M. Y. A. 1853”.

En  ese  mes,  después  de  verse  algunos  diseños  para  la  pintura  del  Palacio  presentados  por distintos  artesanos,  se  eligió  el  de  Papias  Anguiano como el más idóneo, se le pagarían 300 pesos y debía  estar  concluido  el  1  de  septiembre.  Día  en que seguramente se da por terminada la obra de la fachada del Palacio Municipal. Ese día, el periódico oficial del Gobierno del Estado publicó un artículo sobre el prendido de los faroles de la plaza principal (Zaragoza). Plaza Principal. Magnífico y sorprendente estuvo  este  lugar  de  recreación  el  domingo  por  la  noche  (29  de  agosto)  con  motivo de  haber  estrenado  su  nuevo  alumbrado,  a cuyo  acto  asistió  una  numerosa  concurrencia.  Consiste  esta  mejora  en  treinta  y  dos faroles  de  un  tamaño  regular,  colocados simétricamente  en  pies  derechos,  de  fierro, pintados  de  verde,  los  cuales  arrojan  la  luz suficiente  para  presentar  a  golpe  de  vista el  nuevo  y  elegante  ser  que  el  Gobierno  ha dado  a  la  plaza  principal  con  la  conclusión de  la  interesante  fachada  del  Palacio  de Ayuntamiento […].285Por otra parte, en 1856, José Sotero Noriega se refiere al edificio del Palacio Municipal como:[…] el único que indica el principio del buen gusto, presentando la parte que mira a la plaza mayor una vista agradable por la simetría y buen compartimiento de su fachada; quítale  algo  de  su  hermosura  el  desmesurado espesor de las columnas de la portalería que forma  el  primer  piso,  si  no  es  de  una  construcción verdaderamente artística, no carece de  belleza,  y  el  todo  forma  juntamente  con una casa particular de que más adelante hablaremos,  el  principal  y  más  notable  ornamento de la plaza mayor.

Los  deseos  de  la  Comisión  con  respecto  a  las  características formales del edificio se cumplieron. Al exterior, los portales se hicieron con los siete arcos solicitados y en los altos, tres salones, el central más grande que los laterales, además, se cumplió con la petición  de  hacer  siete  balcones  que  se  distribuyeron  de  la  siguiente  manera:  los  tres  centrales  para el  salón  medio  principal  y  dos  balcones  para  cada salón lateral. Además del remate con las Armas de la ciudad de Monterrey y el asta bandera. El Plano de la ciudad de Monterrey y sus egidos, de Isidoro Epstein, publicado en 1865, lleva en su esquina inferior izquierda, una imagen que tituló como Plaza de Zaragoza, Palacio Municipal y Cerro de la Mitra, en ella se observa la fachada del Palacio como se ha descrito líneas arriba. Interesa más aún que en la esquina Sur-oriente, atrás de los portales, se  levantó  un  segundo  nivel  con  tres  ventanas  o balcones y abajo se abrieron tres puertas. Es igualmente  interesante  que  la  barda  Sur  que  delimitaba el patio del palacio con la calle siga siendo la misma que  se  observa  en  la  litografía  de  1846.  Elemento arquitectónico  fundamental  para  ubicar  al  edificio que existía en ese año.

*El presente texto se rescata del Tomo I: Monterrey Origen y Destino (2009). Donde participaron:José Antonio Olvera en la Coordinación General. Eduardo Cázares, como Coordinador Ejecutivo y Ernesto Castillo como Coordinador Editorial.

El link hacia el texto completo se encuentra en: https://issuu.com/monterrey/docs/tomo_1portadas

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