El Neoexpresionismo es una corriente surgida a finales de los años 70 y principios de los años 80 en Alemania, para extenderse por Europa y Estados Unidos. Siendo el primer movimiento de posguerra alemán, encara la época nazi ironizándola y ridiculizándola.
Los artistas reactivan la materialidad y la pintura gestual, regresan a la pintura figurativa e inspirados en el Expresionismo, proyectan un estilo con violencia emocional, así como una iconografía deliberadamente provocativa.
El Neoexpresionismo se caracteriza por los formatos de gran tamaño en los que se plasmaban temas descarnados, el uso de imágenes fácilmente reconocibles, generalmente dibujadas de manera muy burda, gamas cromáticas amplias y contrastes intensos, así como por el uso de una técnica agresiva llamada “dripping”, que consiste en aplicar pinceladas de manera violenta sobre la tela.
Entre sus exponentes se encuentran: Georg Baselitz, cuya obra resalta el aspecto visual, famoso por sus imágenes invertidas que atraen la atención del espectador haciéndole pensar sobre ello; Anselm Kiefer, quien evoca en su trabajo el desastre y la destrucción de la Segunda Guerra Mundial, especialmente el Holocausto y para quien la elección de los materiales también expresa la sensibilidad al color; y Jörg Immendorff que usaba a menudo la ironía y el simbolismo pesado para transmitir ideas políticas en sus pinturas.
La próxima vez que veas una obra Neoexpresionista piensa en esto: ¿Cuál es el tema que ves en ella? ¿Notas la agresividad en la técnica con la que está hecha? ¿Ves claramente la figura o hay abstracción en ella?
Acércate al arte, conoce, reflexiona y comparte.
